Se llevó acabo la edición número ocho del festival musical auspiciado por la estación de radio RMX. Es la cuarta vez que Paseo Chapultepec es la sede de los escenarios de un cartel conformado por talentos de distintos géneros musicales
La mañana del sábado 22 de noviembre Andrea y su hermana despertaron tarde, tuvieron que tomar el tren ligero para llegar lo más pronto posible a Barramericano, el sitio en donde inició la encomienda por la que se habían preparado desde hace un mes, la de ser voluntarias en el 212 RMX, el festival gratuito más grande del país que desde hace cuatro años se realiza sobre Paseo Chapultepec en Guadalajara.
Cuando llegaron les repartieron playeras, conocieron a sus compañeros y después las separaron en brigadas con el conocimiento pleno de lo que tenían que hacer. A su hermana le tocó apoyar en el escenario ubicado en el cruce con Niños Héroes, es la primera vez que acudió como voluntaria y estaba muy emocionada; a Andrea le tocó repartir información sobre los horarios de las bandas y la ubicación de los escenarios, así como motivar a la gente a tomarse una foto con el marco del 212. Para ella esta es una forma de hacer ciudadanía y le consta porque es la segunda vez que se anima a seguir la convocatoria que RMX Radio lanza desde hace cuatro años, para unirse al grupo de personas que hacen posible el desarrollo del festival.
“Mandamos un correo y la estación se contactó con nosotros para informarnos sobre las juntas. Fui voluntaria en el 2011 y después vine como espectadora, pero sentí que me divertí más como voluntaria porque además de conocer a los compañeros, conoces a más gente que viene al evento y se comparte esa buena onda de estar todos en paz y disfrutar de buena música, por eso repetí”
El artista favorito que Andrea esperaba ver en esa ocasión era Paté de Fua, aunque si sus tareas de voluntaria no se lo permitieron, está segura que ya será en otra ocasión que pueda disfrutar, aquella tarde le tocaba chambear.
Andrea es sólo una de las miradas que integran al Festival 212, éste se ha caracterizado por integrar distintos frentes sobre cómo se debe construir una fiesta musical: el público que disfruta, rechaza o ignora el cartel que se presenta. Los artistas que aprovechan para darse a conocer o se reencuentran con el público tapatío. Los vecinos y sus opiniones respecto a la apropiación del espacio que contorna sus hogares. Los medios de comunicación que observan, evalúan y replican el proceder del acto público. Los comerciantes que se ven beneficiados en el desarrollo microeconómico de Paseo Chapultepec, y muchos otros frentes más que en los últimos años se han repetido como una constante.
Pero en esta ocasión algo fue distinto, la estación de radio optó por dar apertura a un exponente de un género que musicalmente no encaja tan fácil en un cartel en el que abunda el rock, el pop, la electrónica, el hip hop y el alternativo, fue el Caso de Fidel Rueda.
Fidel Rueda: hips gonna bailar banda
Al medio día del sábado a la señora Beatriz le llegó el rumor de que Fidel Rueda se iba a presentar gratis en Chapultepec, ni ella ni sus hijos suelen escuchar RMX y tampoco siguen sus cuentas en redes sociales; a ella sólo le habían dicho que iba a haber un gran concierto de rock en plena calle y que poco tenía que ver con la música del cantante que admira desde sus inicios.
Con incredulidad ella y varios integrantes de su familia se lanzaron a la carrera, como dice ella, sin esperar que Fidel realmente estuviera en vivo. Cuando llegaron y vieron que estaba en el escenario junto a su grupo de instrumentistas, a unos pocos metros de ella y sin haber pagado por estar ahí, les llenó de suma emoción. Hasta ese momento no lo habían podido ver tan cerca, en otras ocasiones les había tocado presenciarlo desde lejos, aquello era algo inaudito.
“A mí me gusta mucho, yo he oído todas su canciones y tengo sus videos. Considero que deberían hacer más de este tipo de eventos en donde estén más artistas de banda porque no todos tenemos la posibilidades de pagar un boleto muy caro.”
Lo que lamenta Beatriz es que no hubo tanta difusión –Las estaciones de radio que ella escucha no mencionaron algo al respecto–, si no hubiera sido por el rumor que escuchó no hubiera podido disfrutar de las tres canciones que alcanzó a presenciar de Fidel Rueda; ella ahora espera en la valla que delimita el backstage del escenario para que ver si obtiene una foto con su grupero favorito; aquí nadie le puede decir que no puede estar ahí porque la calle es libre.
De las propuestas musicales que se ofrecieron en el 212 RMX, Fidel Rueda fue el que más resaltó desde que éste se dio a conocer. Las opiniones y argumentos contrastantes se expusieron no sólo en las redes sociales, sino en las conversaciones cara a cara de los que opinaban sobre el festival. En rueda de prensa el coordinador de RMX Gonzalo Oliveros habló sobre la apertura de ideas y de cómo el festival se ha caracterizado por la inclusión de distintos géneros, pues como él menciona, en la calle convergen todos los gustos e ideas; la presentación del cantante grupero sólo se sumó a la pluralidad de ideas y gustos que se busca representar.
Por otra parte a lo que la presentación de Fidel Rueda refiere aquello se desarrolló con respeto, poco antes de las 6:00 pm salió a presentarse con los temas “El Sinaloense”, “Amor divino”, “Y tú qué harías”, entre otros; mismo que fueron coreados por un público que conocía y disfrutaba de sus canciones. Algunos asistentes se animaron a bailar al estilo bandero, unos de forma auténtica mientras que otros aludiendo a una parodia a los movimientos de la música norteña mexicana. Aunque si se profundiza en una evaluación sobre cómo lo vivieron los presentes se pueden enumerar distintas perspectivas: “me gustan sus canciones y las canto”, “no me gusta pero me las sé y el ambiente amerita cantarlas”, “no lo conozco pero quiero ver como se pone esta presentación”, “no me interesa y me espero a que salga el siguiente artista”.
Con un “Dios los bendiga”, Rueda se despidió del escenario de Niños Héroes tras aplausos y la aceptación de sus fanáticos y el silencio de los que no tenían un apego musical hacia su propuesta. El respeto nunca desapareció.
Como dato adicional en la edición del 2013 se incluyó en el cartel una corta presentación de Los Ángeles Azules en el mismo escenario en el que se presentó Fidel Rueda; ellos también destacaban entre las propuestas musicales del año pasado, aunque tuvieron gran aceptación pues su música convirtió al cruce de Chapultepec y Niños Héroes en una gran pista de baile.
Somos honestos, nuestras letras son reales: Rap Sin Formato
Antes de asistir a su presentación en el escenario Volaris, ubicado en cruce de Paseo Chapultepec con la Calle Libertad, los integrantes de Rap Sin Formato se despertaron, uno tuvo que ir a pagar la tarjeta de crédito, otro desayunó un café y un jugo de toronja, otro lavó la ropa. A las doce todos se reunieron, le dieron una pasada al ensayo y llegaron juntos a su escenario en donde “le dieron recio a tocar”.
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Durante su presentación había que hacer una aclaración al ritmo de su música, fue una carta de presentación del trabajo que hacían de manera explícita: “Nosotros hacemos rap, no Hip Hop. El Hip Hop es la cultura que engloba el Rap, El Grafiti y el Break Dance”. Aquello quedó claro ante un público conformado por quienes los conocían, los que los reconocían y los que empezaron a conocerlos. La letra incitaba a la interacción que se notaba cuando los de abajo levantaban las manos.
Cuando se escuchan las palabras “Rap Sin Formato” se piensa en un tipo de rap que no sigue los preceptos establecidos para la construcción de sonidos y letras, eso es justo lo que esta agrupación originaria del barrio de Arcos de Zapopan pretende lograr para llegar a distintos tipos de públicos. Ellos reconocen que su música es del agrado de rockeros, punketos, hardcoreros, indies, raperos e incluso vaqueros.
“Es no encasillarnos, lo que queremos transmitirle a la gente es que se identifiquen con la música, con las letras y no estamos hablando de un solo tema, podemos hacer una rola que hable de pura fiesta hasta una que hable de algo que no nos parece o algo que hemos vivido. La mayoría son vivencias que cuando la gente las va a escuchar, se van a identificar porque ellos también lo vivieron”, menciona la agrupación.
Un rap digerible que también involucra percusiones es lo que convocó a una multitud frente al escenario de la Calle Libertad. Con letras llenas de un espíritu de barrio, como lo mencionan sus integrantes, se retrata una realidad que está en pro de la búsqueda de ciudadanía; esto desde la mirada de aquellos que viven en un microcosmos conocido como Westpopan, un barrio integrado por las colonias de La Tuzanía, Arcos de Zapopan, Lomas de Zapopan, El Tigre y otras ubicadas al noroeste de la Zona Metropolitana de Guadalajara.
“Lo que nos caracteriza es que somos reales, lo que hacemos es música honesta, no cantamos algo que no sea o no nos suceda. En una canción hablamos de que no usamos drogas y no sabemos manejar pistolas y eso es la verdad. Hay muchos otros que hablan de que matan, roban y fuman, y ni siquiera es cierto”
Los datos
212 cómo en otras ocasiones y hoy más que nunca fue la plataforma en la que se pudo hacer notar la inconformidad sobre temas que aquejan a la nación. En esta ocasión la solidaridad sobre el tema de los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa se hizo evidente. El hartazgo sobre la situación de impunidad que violenta los derechos humanos de los mexicanos se manifestó a través de pancartas que algunos asistentes levantaron en sus trayectos por Paseo Chapultepec y aquel sentir fue secundado por algunos artistas que hicieron saber su unidad frente al tema como el caso de La Vida Boheme, Elis Paprika, Porter, Woodkid entre otros.
Hubo filtros en los que elementos de seguridad pública hacían revisión de mochilas con el fin de evitar la portación de alcohol, drogas y armas. Aunque su actuación no fue tan rigurosa y solamente se cateaba a personas al azar.
Se instalaron puestos de comida que ofrecieron productos a precios que iban de lo accesible a lo caro.
Hubo resguardo de jardineras gracias a listones amarillos que impidieron el paso de los peatones e incentivaron el respeto a las áreas verdes.
Se establecieron carpas en donde se vendían productos y servicios que iban desde prendas, hasta organizaciones ciudadanas.
Hubo áreas lúdicas como la ubicada en el cruce con Lerdo de Tejada en el que se hacían concursos y presentaciones con el equipo de TV Azteca Jalisco.
Se presentaron retrasos de casi dos horas en las presentaciones de los artistas en los distintos escenarios, lo que provocó que los posibles itinerarios de los presentes se modificaran; así como algunos problemas de sonido en los diferentes escenarios.
The Oaths fue de las agrupaciones que sorprendió durante su presentación en el escenario Panamérika ubicado en el cruce de la Calle Montenegro por la gran afluencia de presentes que truncó la circulación de los peatones. Con dinamismo y mucha interacción con el público los tapatíos interpretaron los temas de su más reciente material entre ellos “Overhead”, uno de los más coreados.
Elis Paprika pronunció durante su presentación “Seguimos esperando a esos 43” previo a su tema “No me vas a callar”, la cantante tapatía se presentó con la alineación de músicos llamada The Black Pilgrims y se dijo feliz, enamorada y melancólica de estar de regreso en su ciudad.
Fotografía por Antonio Zurita (@oasisantonio), Iván Serrano (@ivanBien)
