Sonidos de la intervención francesa en el Degollado

Tras su presentación en el Castillo de Chapultepec, las bandas sinfónicas de la Universidad de Guadalajara y de la UNAM interpretarán canciones escritas en la época de Juárez y el segundo Imperio este miércoles 23 de agosto

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Desde el cerro de ChapultepecEn la Alameda Central de la Ciudad de México, junto al antiguo Paseo de la Emperatriz (hoy Paseo de la Reforma), el Emperador Maximiliano de Habsburgo organizaba peculiares tardeadas con agrupaciones musicales que no existían en México antes de su llegada. Se trataba de bandas sinfónicas que con músicas de polca, marchas imperiales y vals reunía a la aristocracia mexicana de la segunda mitad del siglo XIX.

Como ola, esta tendencia musical arrasó entre los artistas de la época, quienes comenzaron a crear estas obras festivas y alegres, que contrastaban con la atmósfera de guerra que se vivía en el país; ya que el ejército francés de Napoleón III, respaldado por los conservadores mexicanos, resistía a los embates liderados por el presidente Benito Juárez, quien tenía un gobierno itinerante fuera de la capital del país.

Al finalizar esta época, muchas de estas composiciones, herencia de la cultura francesa, dejaron de ser escuchadas tras el derrocamiento y expulsión del ejército galo.

Esta semana, a ciento cincuenta años de que Maximiliano fuera fusilado, volverán a ser escuchadas algunas de estas melodías, interpretadas por las bandas sinfónicas de la Universidad de Guadalajara y de la Universidad Autónoma Nacional de México.

Este concierto, que ya fue presentado el pasado mes de mayo en el Castillo de Chapultepec —sitio donde los emperadores Maximiliano y Carlota comandaron el Segundo Imperio Mexicano—, es resultado de una investigación de Adriana Ruiz Razura, coordinadora de la maestría en Gestión y Desarrollo Cultural del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD) de la Universidad de Guadalajara

Durante una búsqueda de archivos en la biblioteca de la Universidad de Rice, en Houston, Texas, Ruiz Razura dio con treinta partituras que fueron escritas entre 1862 y 1867, periodo en el que los franceses ocuparon el territorio mexicano. Tras encontrarlas, la académica no dudó en hacer las gestiones necesarias para rescatar este tesoro cultural.

“Comenzamos a trabajar estas partituras, nos enlazamos con el Departamento de Música de la Universidad de Guadalajara. A partir de esto preparamos un concierto con la Banda Sinfónica, junto a la Banda Sinfónica de la Facultad de Música de la UNAM en el Castillo de Chapultepec. Se presentaron las dos bandas con el Ensamble ‘Hortus Musicus’ y un coro”, explica Ruiz Razura.

Adriana Ruiz Razura
Adriana Ruiz Razura

Esta experiencia será replicada el miércoles 23 de agosto en el Teatro Degollado, para que el público tapatío se deleite con los sonidos que conquistaron culturalmente a la nación durante la década de 1860. Doce temas son los que interpretarán noventa y ocho músicos en escena, de los cuales sesenta y ocho son estudiantes de la Universidad de Guadalajara.

Además, durante la presentación Ruiz Razura contará anécdotas de la vida cultural y política de cuando en México existían dos gobiernos: el monárquico de Maximiliano y el presidencial de Benito Juárez.

“No sólo es escuchar música, es conocer qué pasaba con Juárez, con los emperadores, qué pensaba la sociedad de ese tiempo. Vamos ir comentando estas cosas a medida que escuchamos la música”.

Una muchedumbre que abarrotó el sarcófago de Benito Juárez es la imagen que llegará a la mente de quienes escuchen la obra llamada La tumba de Juárez, creada por A. Pacheco. Se trata de una marcha fúnebre que se tocó el día en que el presidente fue sepultado en el histórico Panteón de San Fernando, en la Ciudad de México.

“Antes de esta interpretación, hablaré de cómo fue la muerte de Juárez y cómo, tres días después, ya embalsamado, lo entierran acompañado una multitud que se dejó ir a verlo, unos por amor y otros por odio, ya que este personaje generó estos dos tipos de sentimientos en el pueblo”, destaca la académica.

El director de la Banda Sinfónica de la Universidad de Guadalajara, Tomas Gabriel Alemany Rosaleny, dice que la preparación consistió en un trabajo de cuatro meses en el que los jóvenes músicos tuvieron que conocer, adaptarse y dominar la interpretación de estas obras antiguas.

“Ha sido un proceso muy fuerte, porque los chicos han presenciado cómo un arreglista puede tomar la música y transformarla para nuestra agrupación. El proceso de investigación ha sido bastante enriquecedor, esto es una experiencia muy interesante”.

Alemany Rosaleny  explica que hubo un proceso de selección para identificar cuáles serían las canciones que se podían adaptar a la banda, por tal motivo, de las treinta piezas rescatadas se tocarán sólo once.

Además, para la presentación en el Degollado tocarán una pieza llamada La paloma, del español Sebastián Iradier, que, asegura Ruiz Razura, era una canción predilecta de la emperatriz Carlota.

Los especialistas en historia coinciden en que esta época es importante porque fue cuando nació el sentimiento de nación, pese a que existía un contraste social: por una parte habían cortes donde las fiestas y los lujos eran una constante, y por otro lado los cañonazos se escuchaban en las ciudades del país.

Una de las aportaciones culturales europeas de ese tiempo fue la introducción de nuevos instrumentos musicales como los saxofones y algunos tipos de timbales, cellos, flautas y clarinetes, que después comenzaron a fabricarse en México.

Como parte de este proyecto, Adriana Ruiz Razura ha trabajado por años en la creación de un libro que reunirá fotografías de la época tanto del archivo de la Universidad de Rice como del Castillo de Chapultepec.

A la velada acudirá un equipo del Departamento de Imagen y Sonido del CUAAD como parte de la producción de un documental sobre esta investigación, que pretende ser transmitido por Canal 44.

Fotografías: Archivo y Gustavo Alfonzo

FuenteLa Gaceta de la UdeG
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Iván Serrano Jauregui
Periodista cultural. Reportero, locutor, editor, productor multimedia. Licenciado en Periodismo, por la Universidad de Guadalajara, y egresado de Ingeniería en Sistemas Computacionales, por la Universidad Autónoma de Guadalajara. Aficionado de la cultura popular.