Desastres, burlas, atracos y muertes simuladas son algunas de las características de la fiesta de Los Tastoanes, una celebración que cada julio representa una revancha histórica en contra de la cruda Conquista española hacia los pueblos originarios de América.
En Zapopan, esta tradición se realiza en las localidades de Santa Ana Tepetitlán, San Juan de Ocotán, Jocotán, Nextipac e Iztacán; en Tonalá se efectúa en Santa Cruz de las Huertas, Zalatitán y la cabecera municipal, y en el estado de Zacatecas, en Moyahua y Apozol.
Un tastoan es una especie de ser demoniaco, caracterizado por medio de máscaras con rasgos de animales, pelucas y trajes confeccionados de forma artesanal. Estos personajes salen a las calles en vísperas del Día de Santo Santiago para realizar fechorías: son burlones, roban mercancías, rompen cosas y promueven el caos a la población (con consentimiento de los habitantes).
El análisis de la festividad fue dado a conocer por el doctor Guillermo de la Peña Topete, el pasado 17 de julio en un conversatorio al interior de la Presidencia Municipal de Zapopan.
El investigador emérito del Conacyt y antropólogo estudioso de esta tradición asegura que esta manifestación llama la atención por el giro de significados de creencias religiosas católicas, sobre todo con la imagen del apóstol Santiago.
“Según la leyenda, cuando los españoles estaban en la guerra para reconquistar los territorios tomados por los moros, solía aparecerse el Santo Santiago montado en un caballo blanco para ayudarlos, esta deidad, según cuentan, fue clave para el triunfo de los cristianos. Cuando por fin fue reconquistado el territorio de Granada, en 1492, Santiago fue proclamado como santo patrono de España”, comenta el investigador.
Fue entonces como a Santiago se le dio el apodo de “Matamoros”; cuando los españoles llegaron a América pasó a ser “Mataindios”, ya que hubo leyendas de que el santo también se apareció en este territorio para ayudar ganarles a los pueblos originarios.
De la Peña Topete señala que fue hace un par de siglos, en vísperas del Día de Santo Santiago, el 25 de julio, cuando nació en Jalisco la Fiesta de los Tastoanes, tradición que cambió la idea de la opresión española por una revancha indígena.
Etapas de la fiesta, explicadas por De la Peña Topete:
- El primer día aparecen los tastoanes en las calles armando un alboroto con gritos danzas, flautas y tambores. No se les puede ignorar y se presentan como personajes agresivamente bromistas, incluso a veces rompen vidrios, roban cosas de las tiendas y bebidas en las cantinas. Traen garrotes y se pegan con ellos.
- En la segunda etapa aparece el personaje Santiago montado a caballo, vestido con un atuendo más sencillo y con una espada para atacar contra los tastoanes, mismos que arremeten contra él a palazos.
Artesanal. El atuendo de los tastuanes sobresale por sus pelucas, máscaras y atuendos confeccionados por los pobladores - Los tastoanes se reúnen y discuten entre sí: hay coloquios ya escritos en los que se hablan disparates, en este discurso hay palabras náhuatl. Los tastoanes llegan a la conclusión de que su tierra ha sido invadida por Santiago y lo confinan a muerte. Luego, tres personajes de reyes, que aluden a la monarquía española, avalan dicha decisión.
- En la cuarta etapa, el personaje del Cirineo tumba del caballo a Santiago tras engañarlo, por lo que el santo es vencido y esto representa el vencimiento de los españoles. Luego hay una pantomima en la que los tastoanes destasan al santo y de lo que sale de su cuerpo son frutas y flores, lo que significa una repartición de dones. Al ver esto, los tastoanes se vuelven buenos y comienzan a repartir esos dones a la gente del pueblo.
- En la quinta etapa, Santiago resucita y marcha hacia a la iglesia o capilla del lugar y los tastoanes se rinden. En la puerta de la iglesia, quien representa a Santiago da golpecitos con su espada a la gente que entra al recinto, a esto se le conoce como la cuereada y significa que dará buena suerte.
“A lo largo del festival hay una transformación de los símbolos. Los tastoanes se hacen buenos y triunfan por un momento; pero la idea de Santiago también cambia, ya que deja de ser el símbolo de la conquista española y se convierte en el símbolo de la solidaridad del pueblo, que se traduce en el recibimiento de los frutos. La fiesta de Santiago se convierte en una fiesta de agradecimiento por los dones que trae, como lo son los frutos, la lluvia y las buenas cosechas.”, indica.
Una tradición perdida
La fiesta de Los Tastoanes antes solía ser una de las fiestas más representativas de Guadalajara. Cada mes de julio, en el Barrio de San Miguel de Mezquitán se recreaba la batalla entre estos demonios y Santo Santiago.
El doctor De la Peña dio a conocer que fue en 1892 cuando los tapatíos protestaron contra esta fiesta para que se dejara de realizar.
“En ese año se cumplía el centenario de Fray Antonio Alcalde y hubo uno protesta pública en contra del festival que ocurría en Mezquitán, donde había una cofradía del Señor Santiago que se encargaba de organizarlo. Se protestó porque las máscaras parecían diablos. Guadalajara se jactaba de que eran blancos y se preocupaba de que fueran a pensar que ésta fuera una ciudad de indios”.
Dichos argumentos racistas fueron reforzados por el hecho de que, en una ocasión, quien representaba a Santiago murió de un fuerte golpe tras caer del caballo. Además, se socializó la idea de que las máscaras, que están inspiradas en formas de animales, “incitaban a volver al salvajismo”.
Así fue como esta fiesta sólo persistió durante el siglo XX en localidades con orígenes indígenas, de los municipios que hoy forman parte de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG). El antropólogo explicó que actualmente es común ver a tastoanes en otras manifestaciones como la Romería de Zapopan.
“Las familias se preparan y se esmeran en tener bien cuidadas las máscaras, tener las pelambreras, esto implica una ocasión de unión y símbolo de la localidad”.
Fotografías: Instituto de Cultura de Zapopan
