Gusto por espectáculos de terror permiten combatir fobias, pero también podrían agudizarlas

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Espectros, monstruos, vampiros y personajes del cine y la televisión forman parte de los recorridos de horror que se realizan en la Zona Metropolitana de Guadalajara y que buscan hacer realidad las pesadillas de las personas que acuden a verlas.

Es a finales de octubre y principios de noviembre cuando estos espectáculos se popularizan con motivo de Halloween y el Día de Muertos, y que reciben a grupos de amigos y familias que buscan sentir adrenalina.

Tal es el caso de los recorridos nocturnos en los panteones de Belén y de Mezquitán, así como en la feria del miedo de la Casa Clover Lawn, en la colonia Americana.

La Directora del Centro de Evaluación e Investigación Psicológica, del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), doctora Martha Catalina Pérez González, menciona que el gusto por asustarse se tiene gracias a una satisfacción que se produce en el organismo.

“Nos hemos ajustado a un ritmo acelerado, lo que eleva nuestros niveles de tolerancia al estrés, por lo que buscamos esa emoción para tener un desenlace placentero. Al finalizar esa actividad se nos da una satisfacción o placer”, detalló.

Las casas del terror y maratones de cine de miedo siempre poseen elementos estereotipados que buscan poner a las personas al límite de sus emociones, gracias a la incertidumbre que se deriva de la música y simbolismos.

“En nuestra vida cotidiana tenemos actividades que nos ponen en tensión, pero finalmente no resultan positivas ni tan satisfactorias como esperamos. Cuando nos involucramos en atracciones de terror, éstas nos ponen en niveles más elevados en la búsqueda de las emociones”, dijo.

Señaló que estos llamados “cuartos de escape” permiten que, ante situaciones extremas de estrés, las personas den soluciones para salir de estas circunstancias terroríficas por medio de la lógica y la coherencia; por lo que estos miedos pueden ser enfrentados para ser vencidos.

“Pero, lamentablemente, la sobreexposición a este tipo de problemas puede generar que la persona no tenga una asimilación adecuada y, en cambio, se agudicen más sus fobias o medios”, indicó la especialista.

Pérez González no minimizó el hecho de asistir a recorridos nocturnos en panteones, a casas del terror o matinés de cine, pues personas con problemas cardiacos o manipulables pueden presentar afectaciones metabólicas si son parte de situaciones altas de estrés.

“Sí hay gente que puede morir de miedo, que tiene cardiopatías, puede tener circunstancias de estrés postraumático o accidentes cerebro-vasculares”, mencionó.
El Jefe del Laboratorio de Violencia, del Departamento de Sociología, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), doctor David Coronado Arias, compartió que este tipo de atracciones resultan lucrativas, e incluso aproximan a la normalización de la violencia.

“Los sujetos gritan cuando ven una imagen fuerte, pero cuando vuelven a ver las mismas imágenes las emociones tienden a disminuir, la sensibilidad va a la baja; es decir, el miedo se naturaliza y uno se hace insensible”, explicó.

Coronado Arias refirió que estas atracciones combinan crueldad, seducción y violencia, generando una adicción, ya que producen adrenalina; por lo que invitó a que se tenga conciencia sobre el consumo y participación en este tipo de espectáculos que aproximan a experimentar emociones de alto nivel.

A t e n t a me n t e
«Piensa y Trabaja»
Guadalajara, Jalisco, 1 de noviembre de 2018

Texto: Iván Serrano Jauregui
Fotografía: Adriana González | David Valdovinos | Abraham Aréchiga

FuenteUniversidad de Guadalajara
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Iván Serrano Jauregui
Periodista cultural. Reportero, locutor, editor, productor multimedia. Licenciado en Periodismo, por la Universidad de Guadalajara, y egresado de Ingeniería en Sistemas Computacionales, por la Universidad Autónoma de Guadalajara. Aficionado de la cultura popular.