Ese party no sólo fue un safari, sino un parque jurásico lleno perreo. Al ritmo del dembow, un gran tiranosaurio rex y una colonia de velocirraptores aparecieron en el escenario del Auditorio Telmex para darle excentricidad a la noche de uno de los actuales reyes del reggaetón, J Balvin.
Fotografías: Auditorio Telmex
Fue la noche del viernes 7 de diciembre cuando los tapatíos movieron su cuerpo con desenfreno al ser testigos de una fiesta de música urbana, cuyo anfitrión fue el colombiano originario de Medellín que lleva a diferentes latitudes su gira Vibras.
No eran sólo los colores de neón, la atmósfera tropical ni los adiestrados bailarines lo que volvió a la noche entrañable, sino la trayectoria de este cantante, que se materializó en éxitos musicales que se escuchan por todos lados y se bailan en toda fiesta y festival escolar de Latinoamérica.
José Álvaro Osorio Balvin, “J Balvin” inició a romper el auditorio con “Machika”. Pero para qué hacer un inicio tan intenso si había una hora y media de espectáculo por completar, por ello el setlist siguió con “Cuando tú quieras” y “Ambiente”, temas más calmados que cantó en compañía de botargas de criaturas jurásicas.
“Ginza”, mejor conocida como la de “Si necesitas reggaetón, dale…” fue la muestra de que la tirada de la noche sería que sonaran todos esos temas que seguramente los asistentes al show habían perreado alguna vez en un antro, club, fiesta o cantina.
Cuando el dinosaurio gigante que acompañaba al reggaetonero en el centro del escenario se fue, apareció una especie pelota anaranjada con ojos y boca. Aquello no tenía sentido y ese era el propósito, que la noche fuera una fiesta cuyos elementos no hicieran más que dotar de “buena vibra”.
Los sonidos de animales jurásicos resonaron como si provinieran de una cueva y fue en ese instante cuando un grupo de bailarines salieron para demostrar cómo la música urbana es un motor para mover el cuerpo.
Luego Balvin no sólo cantó “X”, tema que acompaña con Nicky Jam, también hizo los característicos pasos del videoclip, que están inspirados en el reggaetón lento.
El escenario, compuesto de grandes pantallas que cambiaban a imágenes random con glitch, también permitían que los asistentes alucinaran mientras bailaban; y aunque le espectáculo se había retrasado un par de horas, eso ya no importó cuando la fiesta era lo único que se disfrutaba.
“Ahora”, “No es justo”, “Otra vez”, “Si tu novio te deja sola”, “Sensualidad” fueron algunas de las canciones que no faltaron.
El colombiano agradeció al público de Guadalajara y presentó el tema que tras tres semanas de haberse dado a conocer “es una aceptación de locura”, se trata de “Reggaetón”, con el que rinde homenaje a la oleada de este género musical que se suscitó en la década pasada.
Cuando sonó “Ponle”, dos chicas subieron al escenario para bailar a la par del artista. El público en todo momento aclamó la música y agradecimiento de Balvin.
El clímax del concierto fue cuando sonó “Like it”, remake de la canción original de Pete Rodríguez y en la que también cantan Cardie B y Bad Bunny. En ese momento el mood de música urbana cambió por el de salsa cubana y los bailarines presentaron un performance complejo y divertido.
Cuando sonó “Bonita” o también llamada como la de “Se pone caliente cuando escucha este perreo”, la fiesta ya estaba bien lograda, pocos estaban sentados y los movimientos de los asistentes alcanzaban el suelo sin importar las bancas del auditorio.
“Me siento Mexicano con la buena vibra que me dan. Luchen por sus sueños nada es imposible”, dijo J Balvin a los tapatíos.
“Safari” y “Ahí vamos” fueron la antesala de la despedida. El encore de la noche fue la canción “Mi gente”, que más bien fue un remix de ese tema, ya que poco de éste se podía perrear y más bien brincar, así al puro estilo de los festivales de electrónica.
Una vez que se despidió y agradeció el término del safari musical, J Balvin subió al interior de un huevo gigante, para después bajar telones y dejar a los tapatíos bien servidos del reggaetón viejo y nuevo, del intenso y del lento también.
