Cine, teatro y televisión son los medios en los que actor mexicano Rodrigo Murray se ha desempeñado desde hace casi treinta años. Tras esa vorágine de proyectos audiovisuales, el artista viene a Guadalajara para regresar a lo básico, al pasado remoto que consolidó el teatro como una de las bellas artes; y es que ahora el papel que interpreta es uno de los más importantes, el de ser mentor, ante veintinueve nuevos actores, de las raíces clásicas de eso que le apasiona: la actuación.
Durante cada viernes de junio, al interior del Conjunto de Artes Escénicas, Murray imparte una sesión de teatro griego a más de una veintena de jóvenes que conforman una nueva generación de actores. La importancia de esto, dice el actor, es que ellos conozcan que hace miles de años fue cuando las pasiones humanas se identificaron para luego ser reflejadas en un escenario.
“El teatro griego forma la base de todo lo que hace un actor. Todos los descubrimientos que hizo esta cultura en relación al teatro tienen que ver con las constantes humanas: el amor, odio, miedo, hambre, la pasión, envidia, avaricia, miedo, muerte. Estas constantes son iguales para el hombre que vivió trecientos cincuenta años antes de Cristo, en Grecia, como para nosotros hoy. Como espectador uno siente que hay una representación en los personajes cuando hablan de cosas que a uno le importan”.
Señaló que es fundamental hacer entender al mismo actor que su trabajo es importante, ya que un buen desempeño puede derivar en que el espectador viva una catarsis, que se trata de una experiencia que desborda las emociones de un individuo, tras ser testigo de una experiencia trágica y cómica.
“La catarsis tiene que ver con aquello que, visto representado, uno dice ‘gracias a Dios no me pasó a mí’; un ejemplo: la señora que sale del mercado con dos bolsas llenas de frutas se resbala, cae y salen volando los limones, aguacates y papayas; cosa que al ver nos da risa; te ríes porque dices ‘qué bueno que no soy yo’”.
Dijo que en la tragedia pasa lo mismo, y es aquel sentir que, además de entretener, se convierte en una terapia infalible. “La gente va al teatro y llora, y siente un alivio. La gente va al teatro y ríe, y se siente bien físicamente. La gente va al teatro y es mejor ser humano”.
“Además, es una obligación del actor pasar la estafeta, y nada mejor que hacerlo con gusto y placer, no hay que dejar perder la receta secreta, todo lo que sirve en el escenario hay que comunicarlo, porque nunca sabes quién te estará viendo; imagina que alguien vea una obra y pueda entender algo crucial de su existencia, es algo padrísimo”.
Todas estas bases están sentadas en la dramaturgia clásica griega, por ello, durante el curso los presentes ensayarán la obra Pluto, de Aristófanes; misma que será interpretada de forma gratuita al público en general en el Ágora Jenkins, ubicada en la Plaza Bicentenario, a las afueras del Conjunto de Artes Escénicas.
“Pluto habla de esa avaricia, de esa falta de ver que la riqueza no está en una moneda, sino que la riqueza está en una ventana al ver un amanecer, que es gratis; la riqueza está en escuchar un ave, que es gratis; la riqueza está en un beso, que es gratis… bueno, hay algunos besos que cuestan”.
Las presentaciones de Pluto serán el 7, 8, 14 y 15 de julio a las 19:00 horas en esta ágora, que a decir del propio Murray, es un espacio hermoso construido a manera de anfiteatro y debe ser aprovechado para que ahí se represente teatro griego.
El artista escénico asegura que los veintinueve actores a quien les imparte las sesiones tienen todo para realizar esta puesta, pues fueron seleccionados a partir de una convocatoria del Conjunto de Artes Escénicas.
“Hoy trabajamos con la imaginación, que es el arma principal con la que trabajo con los muchachos. Hay cuestiones de técnicas que hay que mejorar, pero quien es capaz de crear una imagen en un escenario es actor y ellos están muy bien. De esto espero éxito total, me gusta mucho que el teatro sea una palestra; solía decir Luis de Tavira que el teatro es como un asalto al banco que hay que planear y eso estamos haciendo, planeando el asalto; esta experiencia nos servirá a todos nosotros”.
Exhortó a los nuevos actores a adentrarse en las obras literarias griegas, en la teoría aristotélica, las comedias y tragedias. “La información en la cabeza no pesa, leerlos sí es fundamental, sin duda”.
A la par de estas sesiones, Rodrigo Murray se presentará en la obra Libros vivos presenta: Los 50 de Cien… Reflexiones de un libro en soledad, que será en Sala 4 del Conjunto de Artes Escénicas, los días 8, 15, 22 y 29 de junio a las 21:00 horas. Para esta puesta los boletos ya están en taquilla o en el sitio https://www.conjuntodeartesescenicas.com.
Fotografía: Mariana Hernández León