Para dignificar el espacio público y promover que la ciudadanía se apropie de éste, es necesario, entre otras cuestiones, un mobiliario urbano ideal. Quienes apostaron por diseñar una estructura que cumpla esas funciones y que además estuviera inspirada en el imaginario de una ciudad, fueron dos estudiantes de la licenciatura en Arquitectura, del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD), quienes propusieron la “Banca Balam”, un proyecto que resultó ganador en el Primer Concurso Internacional de Diseño de Mobiliario de Concreto —realizado en Mérida, Yucatán, el 26 y 27 de abril—, organizado por la Asociación Nacional de Parques y Recreación de México.
Se trata de Nancy Victoria Ramírez Montes y Daniel Esau Arana Pratt, cuyo ímpetu los llevó a efectuar una investigación sobre la cultura antigua de la región sureste de México, con el fin de que el diseño de la banca de concreto remitiera a la historia y además fuera funcional para los transeúntes.
¿En qué consiste el proyecto que realizaron?
Daniel Esau: Hicimos una banca con elementos que son endémicos de Yucatán. Balam viene del nombre de la antigua ciudad maya, que hoy es zona arqueológica. Los aspectos del diseño están inspirados en la greca escalonada de las pirámides mayas. El diseño de la greca forma una “s”, lo que permite que exista una comunicación de los que se sientan en ambos lados. Con esto ganamos en la categoría de estudiantes.
Nancy Victoria: Nosotros, al no ser diseñadores industriales, sino arquitectos, vimos el proyecto desde otra perspectiva. Lo que queríamos era que fuera una banca con la que interactúen las personas. Manejamos distintos niveles, para que en ésta se pudieran sentar adultos, niños y parejas, y así convivan en el mismo espacio.
¿Cuál fue el premio de este concurso?
DE: Consistió en la publicación del proyecto en la revista Ambientes y en la construcción de la banca por la empresa Escofet, que será la encargada de instalarla en distintos puntos de la ciudad de Mérida. También tuvimos la oportunidad de participar en el Congreso de Parques Urbanos.
NV: La convocatoria del concurso nos la compartió un profesor de la carrera. Los finalistas (tres de la categoría profesional y tres de la de estudiantes), tenían que ir a Yucatán a la premiación, que se realizó durante el Primer Congreso Internacional de Parques Urbanos.
¿Consideran que las autoridades han apostado por este tipo de bancas públicas?
NV: Sí he visto más bancas y mobiliarios en Guadalajara. Están impulsando la creación de estas estructuras en la calle, pero lo que más falta es que la gente tenga una cultura de respeto hacia éstas. Muchas veces se instalan bancas que son cómodas, pero las mismas personas las dañan.
DE: Sí hay un buen mobiliario, pero muchos no lo cuidan; después de unos días de la instalación de una banca, se suele notar deteriorada o grafiteada. Hay que proponer nuevo mobiliario, pero también promover el cuidado del mismo.
¿Creen que deberían apostar por diseños creativos en este tipo de obras?
NV: Claro que sí. Muchas veces las personas si ven algo que es llamativo, lo cuidan más, a diferencia de algo que es más sencillo. Estaría muy interesante que el concurso en que participamos se hiciera acá. Si se diera la oportunidad aquí, yo participaría sin dudarlo.
DE: En el caso de Guadalajara, debería aprovecharse más la vegetación para este tipo de obras, que tuvieran plantas, césped, incluso bebederos. Estaría bien que en esta ciudad hubiera una banca característica de aquí, así como nosotros hicimos con la Banca Balam en Mérida.
¿Este triunfo los orienta a dedicarse a este tipo de obras?
DE: Somos arquitectos y consideramos que esto es un anexo, ya que en el ramo de la construcción uno puede especializarse en varias cosas. Por eso es bueno aprender un poco de todo.
NV: Nosotros no estudiamos para esto, sin embargo, ganamos y eso demuestra que podemos unirnos con otras licenciaturas para realizar este tipo de proyectos. La finalidad del concurso era que dos propuestas de bancas ganadoras (una diseñada por profesionales y otra por estudiantes) se fabriquen e instalen en Mérida, para promover la convivencia en el espacio público.
Fotografía: Fernanda Velázquez