Como a muchos oficios y profesiones, el del periodismo también se ha tornado difícil tras la epidemia por el Covid-19; esto no sólo en términos informativos, sino también en el trabajo de campo, de investigación e incluso en la certidumbre laboral.
Esto lo explicó el académico del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), y periodista especializado en derechos humanos, Darwin Franco Migues.
La falta de secciones destinadas exclusivamente a dar a conocer temas de salud por parte de medios tradicionales, así como la ausencia de conocimientos en probabilidad y estadística, ha evidenciado, en algunos casos, un pobre trabajo de cobertura en el tema del Covid-19.
“La pandemia nos agarró poco capacitados para hacer una cobertura clara y precisa en temas de salud, que implica una especialización, pero que no todos los medios le dan el peso que debe tener. No nos habíamos puesto a pensar cómo opera un modelo centinela o un radar de vigilancia epidemiológica, los porcentajes de positividad, criterios estadísticos”, detalló Franco Migues.
De a poco, los profesionales se han ido formando en los saberes de la epidemiología, sin embargo, sí se ha evidenciado el desconocimiento en las conferenciasrealizadas por el gobierno federal.
“Si uno escucha las preguntas de los compañeros periodistas de la rueda de prensa de la tarde, queda claro que muchos no escuchan lo que les dicen, o no buscan más información de la que dan en ese momento”, manifestó.
Sobre las críticas de la opinión pública y los usuarios de redes hacia la prensa yla falta de credibilidad en la información sobre el Covid-19, mencionó que es una exigencia que ayuda a mejorar el trabajo del periodista.
“Las personas tienen el derecho de ser absolutamente críticas con nosotros, porque trabajamos con un bien público, que es la verdad; por lo que una buena o mala información ayuda a entender o crear más angustia con respecto a lo que vivimos”, indicó.
A la par, externó que la sociedad debería tener una “alfabetización mediática” (identificar una buena o mala práctica periodística, una noticia real de una falsa).
Que de alguna manera también es algo que debe incentivar el gremio de los periodistas hacia la población, pues se tiene que informar sobre los criterios de un buen trabajo informativo.
Reiteró que esta situación evidencia que los modelos curriculares de periodismo, de todas las universidades, deben poner atención en la necesidad de formar al alumnado en temas de salud pública, así como de matemáticas, probabilidad y estadística.
Por otra parte, la situación económica tras la pandemia es una de las preocupaciones para el gremio, pues también pegará a las empresas de radio, televisión y prensa escrita (grandes y pequeña), por lo que es probable que en próximos meses se susciten –de nueva cuenta– recortes de personal.
“Es importante que así como tenemos esta visión de apoyar a los comercios locales, que hace notar su importancia a la sociedad, también sería importante hacer lo mismo con medios independientes, cuya continuidad podría estar en riesgo. Si tenemos la oportunidad de apoyarlos, es importante hacerlo”, concluyó el académico del CUCSH.