Las publicidades sonideras, como la que invita a un concierto de Los Cadetes de Linares o Los Tigres del Norte, se pueden admirar en bardas de cualquier parte del país.
Esos rótulos, que promocionan partidos políticos o bailes del pueblo por igual, así como los grafitis o las fachadas sin enjarre por el paso del tiempo, son parte de la cultura visual urbana y rural de México.
Todos esos detalles son recreados a microescala por Elisa Helguera “Drash”, originaria de Lagos de Moreno y egresada de la licenciatura en Diseño Industrial, del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD).
“Me llaman mucho la atención los lugares abandonados. Son lugares que veo cuando voy de mi casa al trabajo. Me fijé en éstos porque están en mi caminar y mi contexto, y porque las casas vernáculas del Centro de Guadalajara, venidas a menos, son muy bonitas”, compartió.
Ella considera que replicar las fincas en dioramas o miniaturas ayuda a repensar por qué se han abandonado o descuidado, y así no permitir que queden olvidadas, e incluso destruidas.
Para su elaboración, “Drash” se vale de materiales domésticos y otros como yeso, tierra, pinturas acrílicas, para dar detalles a las casonas o bardas perimetrales.
Herrerías, puertas de madera, luminarias, maleza, tuberías expuestas, los adornos que se colocan en las casas por el paso de la Virgen y hasta el popular grafiti del cactus, aparecen en sus obras.
“Me gusta el proceso, es muy divertido. Me tardo entre un mes y mes y medio en hacerlos, pero si me dedicara de tiempo completo los haría en tres semanas”, dio a conocer.
Se trata de miniaturas que se han vuelto virales en redes sociales por su grado de realismo; esto, a tal grado de que al ver una fotografía de su obra pareciera que se trata de una imagen en algún sitio de Guadalajara.
Pese a que estas creaciones las considera como un pasatiempo, le ha dado notoriedad. “Sí, ¡qué barbaridad! Me ha motivado, a la gente les gusta, eso me da muchos ánimos”, contó.
Otra mirada a espacios olvidados
La joven diseñadora industrial dijo que su trabajo es una representación gráfica de un contexto, al igual que podría serlo una pintura o una fotografía. En su caso, aseguró, se trata de obras “literales”, pues no agrega ni quita nada a la idea real.
Algo que ha descubierto, mediante la retroalimentación, es que su trabajo ha permitido que se revaloren estos sitios, también estigmatizados por los rótulos o el grafiti.
“Me gusta que cierto espacio que ven presencialmente lo pueden llegar a rechazar, pero cuando lo ven en pequeño aseguran que son interesantes”.
“Eso hace que muchos reaccionen positivamente y digan: ‘Pues no está tan mal que tenga grafiti, que tenga una planta creciendo en medio de la pared, pues es algo que le da personalidad al lugar y llama la atención’”, indicó.
Compartió que fue durante la licenciatura en Diseño Industrial que adquirió conocimientos en modelismo y creación a microescala, que pone en práctica en sus creaciones.
“Ahora estoy trabajando en otra obra, de la zona de Santa Tere y (la colonia) Villaseñor, que es por donde más me muevo. Tengo muchas que quiero hacer aún”, informó.
La joven externó que, entre otras cosas, lo que le motivó a crear sus dioramas fue conocer la obra de Joshua Smith, quien crea réplicas de espacios urbanos de varias ciudades del mundo.
Para quienes estén interesados en este tipo de obras, recomendó seguir hashtags en Instagram como #diorama, #miniatura o #escala, para conocer lo que otras personas realizan alrededor del mundo.
Elisa Helguera “Drash” tiene la intención de crear una muestra con sus miniaturas; aunque faltará tiempo para crear más de estas pequeñas fachadas, que han llamado la atención de usuarios de Internet.
“Me gusta que la gente sepa que los pasatiempos ayudan a estar bien con uno mismo, porque cuando lo haces para ti el resultado es muy positivo. Primero hay que validarse uno primero, y después la gente reacciona positivamente”, externó.
Atentamente
«Piensa y Trabaja»
«Año de la Transición Energética en la Universidad de Guadalajara»
Guadalajara, Jalisco, 9 de septiembre de 2020
Texto: Iván Serrano Jauregui
Fotografía: Cortesía