Cuando la mayoría de las instituciones ya no cumplen su función –y en todo caso emprenden lo contrario– significa que una sociedad está en crisis.
Uno de los ejemplos es cómo el Estado dejó de procurar la paz y la justicia para fundirse con el crimen organizado, lo que ha generado terror, impunidad y una estela de víctimas.
Esta reflexión fue una de tantas que compartió el poeta Javier Sicilia en el inicio del ciclo de conferencias “Cuatro acercamientos a la oscuridad”, organizado por el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), de la UdeG.
Cada jueves, a las 11:00 horas, del 25 de abril al 6 de mayo, el también activista brinda charlas virtuales a través del facebook.com/DifundeCUCSH. Esto, a propósito del décimo aniversario del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad.
En esta ocasión el tema fue “Crisis civilizatoria”, donde hizo una recapitulación histórica de cómo durante más de dos mil años la sociedad occidental ha vivido crisis, que no es más que cambios profundos de paradigmas. Mismos que derivan en estragos en los que “las víctimas son el rostro más doloroso de esta crisis que busca su solución”.
“Hoy no hay voluntad política para enfrentar este problema porque las instituciones quebraron, las instituciones colapsaron en este cambio civilizatorio. ¿Cómo recomponerlo y que no sea la realidad del pasado? Ese es el gran reto”, recalcó Sicilia.
Externó que en 2011, cuando nació el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, se conocía que en el país había 40 mil asesinados y 10 mil desaparecidos, y se sabía poco de las fosas clandestinas.
“En 2021 hay más de 300 mil asesinados, más de 80 mil desaparecidos y 40 mil fosas clandestinas; a eso se suman los 40 mil cuerpos que están en las morgues que no han sido identificados”, indicó.
La revolución ideológica que comenzó Jesucristo, la caída del Imperio Romano, los años de la Ilustración y la Revolución Francesa rompieron con lo que hasta ese entonces era lo conocido, situación que se está repitiendo en estos tiempos.
“Ahora las instituciones ya no están funcionando para lo que fueron creadas; son contraproductivas. La nación ya no nos da justicia, seguridad ni paz”, detalló.
A la par, otras instituciones, como las académicas y religiosas también viven una crisis, potenciadas por la hiperconectividad, la insatisfacción de conocimientos adquiridos, e incluso por las desigualdades acentuadas por la pandemia.
“Esta emergencia es un mundo absolutamente distinto al que nos movimos durante dos mil años”, enfatizó Sicilia.
Sin embargo, acotó, aún hay instituciones remanentes, que siguen funcionando, aunque la incertidumbre sigue permeando en instancias y actores públicos: “Ya no sabemos dónde está el Estado, y el crimen organizado y su función, que se mide en violencia, fosas, persecución de migrantes, las víctimas”.
“Estamos siendo un mundo distinto que aún no acaba de nacer y cuya experiencia es caótica, y estamos pasando a un paradigma que aún no acaba de nacer”.
Admitió que es imposible conocer las respuestas para dar solución a la serie de golpes que se siguen viviendo, pero lo importante es hacer las preguntas y buscar soluciones argumentadas.
Elogió la lucha de movimientos sociales que siguen en resistencia y pugnan por la defensa de los derechos humanos, tales como el de las feministas o el de los zapatistas.
“La crisis es un momento trágico, es una expresión que refiere a las cosas que salieron mal, donde no encontramos los puntos de referencia. Pero el sentido de la crisis quiere decir ‘decisión’; es un momento donde se debe de tomar una decisión para salir de la catástrofe, es la posibilidad de salir de la catástrofe”, destacó Sicilia.
Atentamente
«Piensa y Trabaja»
«Año del legado de Fray Antonio Alcalde en Guadalajara»
Guadalajara, Jalisco, 15 de abril de 2021
Texto: Iván Serrano Jauregui
Fotografía: Cortesía CUCSH