Una fotografía del “Padre de la Arqueología en el Occidente de México” recibe a quienes llegan al Laboratorio de Arqueología Otto Schöndube.
Examinando una gran vasija, con una genuina sonrisa, aparece el gran arqueólogo tapatío en un instante que parece resumir su vida; él amaba desenterrar el pasado.
Esa misma inquietud que vivió Otto Schöndube (1936-2020) hasta el último día de su vida también la tienen quienes trabajan en este nuevo espacio de investigación.
En presencia de autoridades de la Universidad de Guadalajara (UdeG) y familiares de Schöndube, este 16 de junio de 2021 decenas de personas atestiguaron el corte del listón de dicho laboratorio.
Mismo que se encuentra en el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) sede Belenes, en Zapopan.
Ahí, arqueólogos y estudiantes, continuarán investigaciones que el propio Schöndube emprendió, como es el caso de los asentamientos prehispánicos descubierto en la cuenca de la Laguna de Sayula.
Pero también otros que se comienzan a estudiar, como los vestigios en la Sierra de Manantlán, en las regiones Sierra de Amula, Sur y Costa Sur de Jalisco.
La responsable del laboratorio, Susana Ramírez Urrea, compartió para Ciudad Olinka que aquí hay incontables piezas encontradas en sitios arqueológicos jaliscienses.
El número resguardado puede ascender a más de 20 mil, una cifra variable, con temor a equivocarse, pues desde 1990 se han obtenido un gran número de éstas.
“Pues tenemos 11 sitios excavados con diferentes temporadas, un sitio puede tener una o dos temporadas de campo, como es el caso de La Picota, entonces eso ha generado un acervo bastante importante de la arqueología del Sur de Jalisco”.
Recalcó que aquí se maneja patrimonio de la nación, por lo que existe un cuidado en el resguardo y manejo.
“Son piezas para estudiarse, por eso los estudiantes están supervisados por los investigadores”.
Cerámicas, tumbas, petrograbados, restos óseos, fósiles, adornos y más son tan sólo algunos tipos de piezas que aquí se estudian en carreras como Antropología o Historia.
Seguirán estudiando la Laguna de Sayula
La cuenca de la Laguna de Sayula, en el Sur de Jalisco, sigue siendo una cantera rica del estudio arqueológico de Jalisco.
Aquí, desde hace años, las y los investigadores del CUCSH han registrado asentamientos humanos desde el año 1500 a.C.
Sobre los hallazgos en Sayula, Susana Ramírez Urrea aseguró que “hay muchísimo por estudiar. La arqueología nunca se acaba“.
“Tenemos trabajado todo el vaso lacustre, pero nos falta por recorrer el Valle de Teocuitatlán, que está adjunto a la cuenca”.
“Nos faltan muchísimos periodos que no tenemos documentados, como las primeras aldeas sedentarias del 1500 a.C. al 400 a.C”, indicó la académica.
Recalcó que en la zona han encontrado vestigios de entre el 800 a.C. hasta la época de la Conquista.
Algunas localidades donde se han descubierto piezas son Amacueca, Techaluta, Atoyac, Sayula y Teocuitatlán.
Con cientos de restos por estudiar
La encargada compartió que en el acervo cuentan con restos óseos de más de 400 individuos, tras la excavaciones durante décadas.
“Este acervo de restos óseos humanos es uno de los más importantes del Occidente y Mesoamérica».
«PORQUE TENEMOS EVIDENCIA DE CASI TODOS LOS PERIODOS QUE HEMOS REGISTRADO, DESDE EL 800 A.C. HASTA 1522».
Ahondó que con la tecnología actual se pueden investigar estos restos óseos para conocer características epigenéticas, osteo culturales (como las deformaciones craneales), enfermedades, poblaciones de adn antiguo.
Sobre las piezas de todo encontradas la académica mencionó que el número resguardado puede ascender a más de 20 mil, una cifra variable, con temor a equivocarse, pues desde 1990 se han obtenido un gran número de éste.
«Pues tenemos 11 sitios excavados con diferentes temporadas, un sitio puede tener una o dos temporadas de campo, como es el caso de La Picota, entonces eso ha generado un acervo bastante importante de la arqueología del Sur de Jalisco».