Ella no hace activismo ecológico, sino literatura. La situación es que la literatura distópica que la uruguaya Fernanda Trías escribe hoy es tan palpable que hay quien incluso le ha dicho que predijo la pandemia con su obra Mugre rosa.
Es esta obra, que narra cómo un “viento rojo” de peste y contaminación obliga a la humanidad a resguardarse en sus hogares, le valió a la escritora a ser reconocida con el Premio de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz en su edición 29, durante la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL).
Este miércoles, en el Auditorio Juan Rulfo de Expo Guadalajara, la autora recibió el reconocimiento que se le otorga a las máximas exponentes de la literatura iberoamericana, de manos del Rector General de la Universidad de Guadalajara, Ricardo Villanueva Lomelí.
“El mundo distópico de Mugre rosa, en pocos meses, pasó de existir únicamente en mi imaginación a ser alcanzado por la realidad: tapabocas, hospitales voluntarios y obligatorios…”.
“Noticias falsas, control sanitario y estatal, miedo, confusión, negacionismo, cuerpos que se acumulaban en camiones o que se recogían de las calles, muertos que eran cifras, cálculos de probabilidades”, enunció Fernanda Trías durante su discurso de agradecimiento.
La pregunta, dijo, no sería por qué escribir una distopía, una ciencia ficción climática, sino cómo no escribirla, cuando el ser humano ha alterado la atmósfera, los océanos, el clima y los ecosistemas.
La literata mencionó que en su novela, la mugre rosa es un subproducto cárnico, un aditivo, una mezcla de grasa, pellejos, cartílagos, vísceras, huesos, cabezas y patas que se calienta y centrifuga y se desinfecta con amoniaco que se rellena en hamburguesas, nuggets y más; un producto de la voraz industria.
“No se trata de activismo ambiental, yo sigo hablando de literatura”, recalcó.
Ese extraño enemigo que en la historia acecha a quienes la protagonizan (una mujer y un pequeño) no es lejano a lo que ya está ocurriendo hoy en el planeta.
“Para evitar lo peor, las emisiones globales de dióxido de carbono tendrían que reducirse en un 45 por ciento antes de 2030 y actualmente los compromisos que asumieron los distintos países sólo alcanzaría para disminuirlas en un uno por ciento”.
“Así las cosas, se estima que el 84 por ciento de las regiones que hoy son habitadas por seres humanos se habrán convertido en entornos de enfermedades letales, todos datos de la ONU”, compartió.
La Directora de la FIL, Marisol Schulz, reconoció que la obra de Trías la colocan en el historial de reconocimientos a grandes escritoras iberoamericanas.
“Mugre rosa es, efectivamente, una historia sobre el cambio en la que la autora nos muestra la vida de una pandemia, en la ciudad de Montevideo, poniendo el foco en las relaciones afectivas de sus personajes”.
“Con una prosa atrevida y en instantes poética, Fernanda nos presenta un argumento en que la condición pandémica es un símil de la propia condición humana”, detalló.
La literata mexicana Ave Barrera leyó el dictamen del jurado, que reconoce en la obra galardonada un lenguaje depurado sobre “un mundo amenazado por la extinción de la naturaleza, que desarrolla atmósferas enrarecidas e imágenes inquietantes en un mundo en catástrofe”.
La escritora chilena Andrea Jefanovic reconoció de Trías su capacidad de hacer historias que exploran el miedo y el encierro, como metáfora de la condición humana. Recordó que Mugre rosa es uno de los libros mencionados por el New York Times, como uno de los mejores libros en español de 2020.
Pide un alto a cuestionamientos absurdos
Fernanda Trías se dijo contenta y enarbolada de obtener el premio; sin embargo, se dijo extrañada de la insistencia de quienes preguntan sobre “un boom de mujeres escritoras”.
“La pregunta es insistente porque intenta buscar una respuesta en el lugar equivocado. ‘Algo debe estar pasando en su calidad de sus obras’ –parecen decir–. ‘Tal vez se trate de una generación brillante o excepcional’”.
“La historia misma de este premio da cuenta de que no es así y la justa reparación mediante reediciones y premios. A las escritoras se nos pide que hablemos de nosotras mismas, sobre el hecho ‘inaudito’ y aparentemente inimaginable de que un cuerpo de mujer escriba y de que ¡oh, sorpresa! Lo haga bien”.
Indicó que su protesta radica en que no quieren que se les saque de un ghetto para que se les ponga en otro y que seguirá trabajando para “desbiologizar” la literatura y democratizar la letra.
Atentamente
«Piensa y Trabaja»
«Año del legado de Fray Antonio Alcalde en Guadalajara»
Guadalajara, Jalisco, 1 de diciembre de 2021
Texto: Iván Serrano Jauregui
Fotografía: Fernanda Velazquez