Su poder de seducción es tal, que logró abrir el corazón de «La loca» del frente y así convencerla de esconder armamento en su hogar, todo como parte de un plan para derrocar al dictador chileno Augusto Pinochet. Él es Carlos, el guerrillero mexicano que no sólo le rompió el corazón a la protagonista de la película Tengo miedo torero, sino que también lo hizo con el público espectador.
Quien da vida a este personaje es Leonardo Ortizgris (Güeros, Museo, El club de los insomnes), quien durante la presentación de este filme chileno, en el Cineforo, se dijo contento de poder trabajar junto al actor Alfredo Castro, quien interpreta a La Loca (personaje queer, cuya identidad sexual está de más definir).
En pantalla la contención y desbordamiento de emociones es lo que más impacta en este thriller de amor frustrado, que fue adaptado del libro homónimo de Pedro Lemebel. ¿Pero qué ocurrió para lograr esa peculiar química en pantalla?
“Se dio por la aproximación con un compañero de trabajo que tuvo la disposición de entrar a jugar, a proponer y aceptar el juego. Alfredo es un estupendo actor, pero también un gran compañero, muy confiado en el trabajo, lo que hizo que me sintiera confiado yo también; ambos jugamos de forma muy horizontal, y no sólo fue así conmigo sino con el equipo. Eso fue lo que generó algo tan importante y tan mágico entre Carlos y La Loca”, compartió Ortizgris.
Si bien en la obra original el personaje de Carlos es chileno, en esta versión del director Rodrigo Sepúlveda fue adaptado como mexicano.
Tal desafío lo reconoció el propio Sepúlveda: “Leonardo fue muy valiente en aceptar el reto. Tuvo cojones. Él soportó el rol permanentemente y su mirada en la película es la mirada de nosotros el público, cuando va queriendo, cuando va mirando algo”.
