¿Qué hace a la arquitectura de Portugal tan peculiar? Según los más importantes representantes lusos de esta profesión, es la apropiación con el territorio.
Sobre ese tema versó la mesa “La arquitectura portuguesa”, como parte de las actividades de ArpaFil, encuentro sobre arquitectura, patrimonio y arte en general que se realiza durante la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL).
El arquitecto João Luís Carrilho da Graça, quien es el homenajeado de ArpaFil de este año –distinción que recibirá este viernes 30 de noviembre en el auditorio Juan Rulfo de Expo Guadalajara, a las 18:00 horas–, expresó que a pesar de que Portugal se crea a partir de una diversidad de materiales, la clave de su esencia es la consciencia del espacio.
“Lo que caracteriza a la arquitectura portuguesa es la atención del territorio, a la geografía y el sentido físico y no físico. Hay una fuerte idea de relacionar lo que se construye con el territorio y la ciudad”, señaló.
Para la arquitecta Graça Correia, lo que lo caracteriza es el entendimiento del lugar, de las tradiciones y que eso, en conjunto, es lo que llama a consolidar las construcciones del país.
Roberto Ragazzi, pese a ser italiano, se ha desempeñado en el país de Fernando Pessoa en la creación de proyectos arquitectónicos. Mencionó que en Portugal es natural “acoplarse en su sitio, y se tiene una capacidad de concretización muy grande”.
Francisco Vieira destacó que en ese país saben optimizar recursos, porque éstos son limitados.
“Ahí construimos con pocos medios, eso es algo ancestral, es una tradición portuguesa. Tenemos una metodología para trabajar con lo más esencial”, subrayó.
Nuno Brandão indicó que la idiosincrasia de la arquitectura lusa es la consideración de la escala.
“Esto tiene que ver con el hecho de que los arquitectos trabajan con geometrías creadas a partir de lógicas de dimensión. La dimensión es la relación entre los espacios, el territorio y lo paisajístico”, subrayó.
A t e n t a me n t e
«Piensa y Trabaja»
Guadalajara, Jalisco, 29 de noviembre de 2018
Texto: Iván Serrano Jauregui
Fotografía: Yliana Domínguez | Abraham Aréchiga
