Quienes escriben cuentos, novelas e historias tienen la responsabilidad social de contribuir a la promoción de la lectura, y en especial deben pensar en cómo cautivar a nuevos individuos, aquellos que son “difíciles”. Así lo afirma Carmen Villoro, escritora que tiene una parte activa en “Letras para Volar” y que, a propósito de la séptima Semana Académica de este programa para la promoción de la lectura —realizada la semana pasada en la Biblioteca Pública del Estado de Jalisco Juan José Arreola—, comparte su visión sobre el trabajo que se ha realizado.
¿Cuál es su visión del programa “Letras para Volar” después de años de haberse creado?
Es una iniciativa formidable para hacer llegar libros y textos que puedan despertar la curiosidad y placer por la lectura. Se hacen llegar a las primarias, secundarias, preparatorias y centros universitarios diferentes materiales de interés para los futuros lectores, los que ya empiezan a leer, para los que nunca han leído o, incluso, para los que tienen ya desarrollado el gusto. Este programa tiene que crecer y juntarse con otros para que tenga más apoyo y se extienda. Este año, en la séptima Semana Académica del programa, se visibiliza la necesidad de la literacidad, se busca que los niños y jóvenes no sólo tengan el hábito de la lectura, sino que dicha información se vuelva conocimiento y, con ello, amplíen su comprensión del mundo. La literacidad les ayuda en todas las áreas de su vida, desde sus relaciones familiares, con la comunidad y por supuesto en su inserción en la sociedad.
¿Aún faltan programas de fomento a la lectura pensados para distintos sectores?
Los programas son insuficientes. Sí existen varias iniciativas, como el programa “Libro del rincón”, que ha llevado obras a comunidades campesinas y barrios de las ciudades; como ése han habido varios proyectos muy exitosos; sin embargo, tenemos un país tan grande, complejo y diverso, que lo que hagamos sigue siendo insuficiente. El problema es que los lectores son tan diversos que deben ser atendidos con mucha sensibilidad, por eso tenemos que trabajar mucho más en el fomento a la lectura.
¿Los escritores tienen una responsabilidad social con respecto a la formación de más lectores?
Debe haber apoyo por parte de todos, incluso de los escritores, éstos tienen que aportar con sus creaciones, con sus cuentos. En todo sentido el escritor tiene un compromiso con su comunidad: debe encontrar los cauces para llegar a otros lectores que no sean los inmediatos, los fáciles, los que ya están convencidos. Cualquier poeta, narrador, cuentista debe tener la responsabilidad de buscar cómo sembrar una semilla en un lector difícil.
¿Los niños se pueden considerar como lectores difíciles?
Sí, son muy difíciles porque son honestos y críticos. Si a un niño no le gusta un cuento, lo tira y no lo vuelve a leer, ya que no tiene la obligación —a menos que sea obligado en la escuela—. Ellos no tienen esa tergiversación que tenemos los adultos de querer demostrar que somos cultos, y que presumimos que hemos leído a tal o cual autor; el niño no, él se acerca al libro, ve si le gusta y se pierden en la obra o la olvidan para siempre.
Como integrante del consejo editorial de La gacetita (suplemento quincenal de La gaceta de la Universidad de Guadalajara) ¿en qué se ha trabajado para que más niños se acerquen a los textos?
Se tiene en cuenta qué es lo que le interesa al niño, no se trata de imponer los materiales, tiene que haber una sensibilidad en cuanto a qué es lo que los menores quieren conocer, por eso hay niños que pertenecen al consejo editorial. Además, por medio de esta publicación mensual se recogen las opiniones e inquietudes de quienes la leen. Desde el consejo de la colección de libros para niños “Amigos de Letras para Volar”, que reúne cuentos para pequeños,
¿Qué acciones están contempladas a corto plazo?
Nos interesa generar un diseño editorial pensado para más edades; que los libros que se publiquen sean posteriormente pensados; es decir, que se abran líneas de trabajo a partir de éstos. También buscamos tener un acervo más amplio y que no sólo estemos funcionando con la generosidad de algunos escritores que ceden los derechos de sus libros. Durante la Feria Internacional del Libro en Guadalajara habrá lanzamientos de varios títulos en esta colección de “Amigos de Letras Volar”. Los autores de estas obras son una sorpresa, pero son bien recibidos por la comunidad infantil lectora.
Fotografía: Abraham Aréchiga